Aquellos amantes no volverán a
juntar su piel. Ellos son conscientes y no les queda más que perder. Mirada
turbia los delata, palabras necias de sus bocas encienden aire malgastando
llama. Agotando sus horas que ya son pocas. Porque los cuentos no son como los
de hadas, ni el alma valiente que en ellos se plasma. Los que quieren dan su
esperanza por congelada, robado el ambiente pueril de los besos de amor que
antes se daban.
Levantarme un día y echarte tanto de menos. Pensar que un llanto no va a cambiar nada. Lo que tuve es lo que puedo recordar, una imagen, sólo un abrazo y daría quince años de mi vida... Una lágrima vale más que todo. Impotencia quizás, no lo sé. Aquí abajo echándote en falta con lo que me gustaría que tú pudieras estar besándome. Todo, todo es superfluo comparado con la importancia de tenerte. A mis veintitrés años no entiendo todavía el dolor de la pérdida de un ser querido. Ese extraño sentimiento que sólo a veces me atormenta. Y pensar en la fuerza que me das, cuando salgo siempre de la noche arropado por tus manos. Y sentir que lo único que me importa es estar a tu lado. Tal vez por eso ya nada tenga sentido. Yo sé que soy fuerte, aunque muchas veces no lo parezca y si supieras lo que me gustaría que pudieras verlo… En esta vida todo es pasajero pero la trágica pérdida de un ser querido hace mucha mella en nuestro corazón. Bebiendo un vaso de agua me asfixio con sólo pensarlo. ¿P
Triste y bonito, no puede uno dejar q se le vaya la Alegría. Hay q aferrarse a los "ambientes pueriles" con uñas, dientes, con visceralidad... Bravo por lo q escribes, Darío.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras. La alegría siempre será la gasolina de los corazones valientes ☺️
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