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SE SEPARAN NUESTROS CAMINOS

Aquí se separan nuestros caminos. Mi amor muere en esta tierra. En este momento se apaga la llama permanente que parecía no cesar jamás. Hoy muere la palabra para convertirse en llanto. ¿Cuál es la causa por la que los pájaros han dejado de cantar? Sólo te digo en alto que mi nombre puedes olvidar. Tarde ocurre pero es así. Mi vida pasa a borrarse de tu mente como el simple y ligero aleteo de una mariposa en el desierto. ¿Qué esperas de mí? Dime ángel mío, dime, ¿qué esperas de mí? Todo sentimiento se agota, se flagela el odio. Hoy mis versos no riman para vos. Sólo es mi voz la que oyes. No te preocupes, pues te perdono. Te dejo de molestar, te abandono. Muere mi pena al irse contigo. ¿Por qué marchas? No dices adiós. Hoy muere la palabra para llevarse tu voz.

Cambio todo lo que pienses que te sobra. Por una sonrisa tuya doy el sol. Y una mirada tuya calmaría mis dos grandes latidos que salen del corazón. Alejo a la luna de su querido amor. Y exclusivamente por vos. Hoy traigo a tu balcón una estrella. La más  grande, la que brille mejor. Hoy se enternece la hoja de una flor que ya marchitó.

Hoy se elige un nuevo destino. Eliminando un pasado que nunca floreció. De mi mente elimino todo recuerdo de amor. Son sólo las palabras del viento las que me hacen reflexionar. Ayer cambiaba todo tu disgusto por un te quiero. Hoy solamente suena mi voz. Te recorre lentamente el cuerpo y te dice adiós. ¿Te vas, mi Princesa? Pues me voy. Yo sí lo hago por amor, no quiero que pidas perdón. Descansa en tu lecho. Duerme tu caminar que mañana puede que lo necesites. Pero sé que hoy necesitas mis versos más que respirar. Sientes que mi odio se desploma sobre el cansancio y me da las ganas de volar. Iré lejos de ti, de este mundo infeliz. Navegaré en mi historia y con un barco me perderé. Mañana te miraré y te diré desde muy lejos, para que no me puedas remendar, que no te querré más, pero que jamás te voy a olvidar.

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