lunes, 25 de junio de 2018

A TIENTAS


A tientas suelo ir buscando a la gente. A tientas suelo dar con perderme para luego volver a encontrarme. Así está el panorama de mi vida, cuando a tientas comienzo a sentir algo por alguien y, a tientas, así me va. A tientas alargo mi mano para encontrar el interruptor de mi felicidad que, por lo que veo, yace apagado, o eso espero. A tientas intento encenderlo y le digo a ella y a cien más que voy construyendo mi reino y que, aunque parezca aletargado, sé que al final de esta frase comentaré «Logrado».

jueves, 14 de junio de 2018

A LAS TRINCHERAS


Cuando inocente avanza el enemigo, siento mis fuerzas cansadas, no quiero matar, no quiero estar aquí. Los fusiles amenazan y los silbidos no son de regocijo, sus manos tatuadas por la sangre y heridas brotan de sus adentros. Quiero escapar a una isla sin violencia, no quiero comerciar con esclavos ni hacer trabajar a los niños. Este no es mi sitio, yo no pedí estar aquí, y ahora sin motivo ni razón tengo que disparar, a sus órdenes.

Cuando fuerte ataca el enemigo, se oyen gritos de valor, desleal el que se achante, infame. La metralla rompe el viento, abriendo cicatrices, sangre y muerte solo cabe esperar de este horror. En el frente se divisa una mole de humo negro, mezclando sudor y sangre.

Tengo un niño que me dice que somos niños, lágrimas en mis ojos enjuagan mi rostro de dolor y cansancio, quiero volver a casa. Hermana, ven aquí a llevarme a tu jardín, donde juegas con tus niños a los que no veré crecer.

Sacadme de este infierno, por qué grito, ya nadie me escucha. Cuando lean será tarde, unas letras con tinta de mi tintero, una carta y seca sangre…

A las trincheras, esta noche cambio el fusil por la pluma, cambio la sangre derramada por la cera de las velas, poca luz en mi terrible oscuridad, en mi tiniebla. Nubes negras, ropas de to los colores, pero la sangre es la misma, es solo una.

No quiero ser enemigo, quiero respirar aire limpio, no más guerras, hagamos amor, que todo quede en juegos de niños y no haya tristezas ni dolor, causados por encuentros forzados.

Anoche tuve miedo, hoy apenas siento, solo frío, mucho frío. Enciendo un par de velas y escribo mientras añoro mi hogar, convierto las lágrimas en tinta, te escribo a ti. Mamá, has dejado que tu pequeño marchara porque no quedaba otra. Papá, dónde están tus abrazos…

Tras las retamas se avecina la tormenta, animales huyen por el fervor de la batalla, incertidumbre. Quiero estrechar tu mano y sonreír mientras cantamos, recordando nuestros pasados. Quiero que todo quede en canciones, que hablen de guerra sí, pero para tomarlas como ejemplos de amor. Todo atisbo de guerra nubla por completo la evolución.

AGUA BRAVA


Por la calle de las penas voy cantando sin opciones a resistirme a tu pelo negro, eres inspiración. Mientras canto me desvisto para que conquistes mi norte... Pues viene siendo el amor la carencia de esperanzas de salir de este agujero, en el que me encuentro porque quiero. Eres magma pa mi hierro, alga fina pa mi esencia, agua brava en mi tintero, sin más, un mar de arena. Enséñame ciencia, despiértame cuando se vaya la gente, dame un poco de tu cariño suave, avisa, que disfrutemos de las nubes.

«En la mañana me levanté, boca abajo sobre la arena. Tumbado frente a una sombra que se alejaba frente a mi pena. Soy el sabio que desvaría, el muchacho en la cárcel que encierra la vida. Una llave que sube por un peldaño que, año tras año, se vuelve suave.»

lunes, 11 de junio de 2018

HERODES


Con los pies llenos de barro,
las rodillas bate fuerte.
Escupe sangre por el campo
y el sudor cubre su frente.

La mirada confundida
por las sendas que deambula,
la cabeza decidida
a combatir contra la usura.

Por los montes y senderos,
va cantándole a una flor.
Coge esparto y canta fiero,
si en el cielo tiene al sol.

Y es que esconde su voz,
por la solana triste.
Botellas de vino y ron
le conducen al despiste.

Qué más quisiera creer,
que de ti no tiene ganas.
Que alarga el amanecer,
si el atardecer le llama.

lunes, 4 de junio de 2018

HECHO DE BARRO


Huelo el aroma fuerte, pajarillos en mi alcoba. Vuela el romero verde, entra el viento y se acomoda. En mi cama vuelve a estar, es el frío que acongoja. El temor a la verdad, de barro mancha mi alforja. El hombre viejo en la sierra, cabalga desesperado. Una vez arrodillado, clava su espada en la tierra. Falto por estar maduro. Hay algo que me atormenta, que falto por estar maduro. Aunque la noche calienta, solo puedo estar seguro, que es la muerte del que piensa. El tronco del árbol truena, la luz del aire despierta. Del cielo llueve la arena, cruza el camino y cementa.

PERDERME

Me perdí, me perdí, me perdí. Me perdí por las noches buscándome en los bares. Y sufrí y reí y sufrí... por haberte dado tanto y ahora no ...