A tientas
suelo ir buscando a la gente. A tientas suelo dar con perderme para luego
volver a encontrarme. Así está el panorama de mi vida, cuando a tientas
comienzo a sentir algo por alguien y, a tientas, así me va. A tientas alargo mi
mano para encontrar el interruptor de mi felicidad que, por lo que veo, yace
apagado, o eso espero. A tientas intento encenderlo y le digo a ella y a cien
más que voy construyendo mi reino y que, aunque parezca aletargado, sé que al
final de esta frase comentaré «Logrado».
¡Bienvenid@! ¡Estás en el sitio indicado para impregnarte de nuevas sensaciones! Encuéntrate cara a cara con los delirios de un vividor inquieto que intenta darle sentido a todo lo que le rodea: estados de ánimo, sentimientos, injusticias... ¡Disfruta de la aventura dando rienda suelta a tu imaginación!
lunes, 25 de junio de 2018
jueves, 14 de junio de 2018
A LAS TRINCHERAS
Cuando inocente avanza el enemigo, siento mis fuerzas cansadas, no
quiero matar, no quiero estar aquí. Los fusiles amenazan y los silbidos no son
de regocijo, sus manos tatuadas por la sangre y heridas brotan de sus adentros.
Quiero escapar a una isla sin violencia, no quiero comerciar con esclavos ni
hacer trabajar a los niños. Este no es mi sitio, yo no pedí estar aquí, y ahora
sin motivo ni razón tengo que disparar, a sus órdenes.
Cuando fuerte ataca el enemigo, se oyen gritos de valor, desleal el
que se achante, infame. La metralla rompe el viento, abriendo cicatrices,
sangre y muerte solo cabe esperar de este horror. En el frente se divisa una
mole de humo negro, mezclando sudor y sangre.
Tengo un niño que me dice que somos niños, lágrimas en mis ojos
enjuagan mi rostro de dolor y cansancio, quiero volver a casa. Hermana, ven
aquí a llevarme a tu jardín, donde juegas con tus niños a los que no veré
crecer.
Sacadme de este infierno, por qué grito, ya nadie me escucha. Cuando
lean será tarde, unas letras con tinta de mi tintero, una carta y seca sangre…
A las trincheras, esta noche cambio el fusil por la pluma, cambio la
sangre derramada por la cera de las velas, poca luz en mi terrible oscuridad,
en mi tiniebla. Nubes negras, ropas de to los colores, pero la sangre es la
misma, es solo una.
No quiero ser enemigo, quiero respirar aire limpio, no más guerras,
hagamos amor, que todo quede en juegos de niños y no haya tristezas ni dolor,
causados por encuentros forzados.
Anoche tuve miedo, hoy apenas siento, solo frío, mucho frío. Enciendo
un par de velas y escribo mientras añoro mi hogar, convierto las lágrimas en
tinta, te escribo a ti. Mamá, has dejado que tu pequeño marchara porque no
quedaba otra. Papá, dónde están tus abrazos…
Tras las retamas se avecina la tormenta, animales huyen por el fervor
de la batalla, incertidumbre. Quiero estrechar tu mano y sonreír mientras
cantamos, recordando nuestros pasados. Quiero que todo quede en canciones, que
hablen de guerra sí, pero para tomarlas como ejemplos de amor. Todo atisbo de
guerra nubla por completo la evolución.
AGUA BRAVA
Por la calle de las penas voy cantando sin opciones a resistirme a tu
pelo negro, eres inspiración. Mientras canto me desvisto para que conquistes mi
norte... Pues viene siendo el amor la carencia de esperanzas de salir de este
agujero, en el que me encuentro porque quiero. Eres magma pa mi hierro, alga
fina pa mi esencia, agua brava en mi tintero, sin más, un mar de arena.
Enséñame ciencia, despiértame cuando se vaya la gente, dame un poco de tu
cariño suave, avisa, que disfrutemos de las nubes.
«En la mañana me levanté, boca
abajo sobre la arena. Tumbado frente a una sombra que se alejaba frente a mi
pena. Soy el sabio que desvaría, el muchacho en la cárcel que encierra la vida.
Una llave que sube por un peldaño que, año tras año, se vuelve suave.»
lunes, 11 de junio de 2018
HERODES
Con los pies llenos de barro,
las rodillas bate fuerte.
Escupe sangre por el campo
y el sudor cubre su frente.
La mirada confundida
por las sendas que deambula,
la cabeza decidida
a combatir contra la usura.
las rodillas bate fuerte.
Escupe sangre por el campo
y el sudor cubre su frente.
La mirada confundida
por las sendas que deambula,
la cabeza decidida
a combatir contra la usura.
Por los montes y senderos,
va cantándole a una flor.
Coge esparto y canta fiero,
si en el cielo tiene al sol.
Y es que esconde su voz,
por la solana triste.
Botellas de vino y ron
le conducen al despiste.
Qué más quisiera creer,
que de ti no tiene ganas.
Que alarga el amanecer,
si el atardecer le llama.
por la solana triste.
Botellas de vino y ron
le conducen al despiste.
Qué más quisiera creer,
que de ti no tiene ganas.
Que alarga el amanecer,
si el atardecer le llama.
lunes, 4 de junio de 2018
HECHO DE BARRO
Huelo el aroma fuerte, pajarillos
en mi alcoba. Vuela el romero verde, entra el viento y se acomoda. En mi cama
vuelve a estar, es el frío que acongoja. El temor a la verdad, de barro mancha
mi alforja. El hombre viejo en la sierra, cabalga desesperado. Una vez
arrodillado, clava su espada en la tierra. Falto por estar maduro. Hay algo que
me atormenta, que falto por estar maduro. Aunque la noche calienta, solo puedo
estar seguro, que es la muerte del que piensa. El tronco del árbol truena, la
luz del aire despierta. Del cielo llueve la arena, cruza el camino y cementa.
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Me perdí, me perdí, me perdí. Me perdí por las noches buscándome en los bares. Y sufrí y reí y sufrí... por haberte dado tanto y ahora no ...
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