jueves, 14 de junio de 2018

A LAS TRINCHERAS


Cuando inocente avanza el enemigo, siento mis fuerzas cansadas, no quiero matar, no quiero estar aquí. Los fusiles amenazan y los silbidos no son de regocijo, sus manos tatuadas por la sangre y heridas brotan de sus adentros. Quiero escapar a una isla sin violencia, no quiero comerciar con esclavos ni hacer trabajar a los niños. Este no es mi sitio, yo no pedí estar aquí, y ahora sin motivo ni razón tengo que disparar, a sus órdenes.

Cuando fuerte ataca el enemigo, se oyen gritos de valor, desleal el que se achante, infame. La metralla rompe el viento, abriendo cicatrices, sangre y muerte solo cabe esperar de este horror. En el frente se divisa una mole de humo negro, mezclando sudor y sangre.

Tengo un niño que me dice que somos niños, lágrimas en mis ojos enjuagan mi rostro de dolor y cansancio, quiero volver a casa. Hermana, ven aquí a llevarme a tu jardín, donde juegas con tus niños a los que no veré crecer.

Sacadme de este infierno, por qué grito, ya nadie me escucha. Cuando lean será tarde, unas letras con tinta de mi tintero, una carta y seca sangre…

A las trincheras, esta noche cambio el fusil por la pluma, cambio la sangre derramada por la cera de las velas, poca luz en mi terrible oscuridad, en mi tiniebla. Nubes negras, ropas de to los colores, pero la sangre es la misma, es solo una.

No quiero ser enemigo, quiero respirar aire limpio, no más guerras, hagamos amor, que todo quede en juegos de niños y no haya tristezas ni dolor, causados por encuentros forzados.

Anoche tuve miedo, hoy apenas siento, solo frío, mucho frío. Enciendo un par de velas y escribo mientras añoro mi hogar, convierto las lágrimas en tinta, te escribo a ti. Mamá, has dejado que tu pequeño marchara porque no quedaba otra. Papá, dónde están tus abrazos…

Tras las retamas se avecina la tormenta, animales huyen por el fervor de la batalla, incertidumbre. Quiero estrechar tu mano y sonreír mientras cantamos, recordando nuestros pasados. Quiero que todo quede en canciones, que hablen de guerra sí, pero para tomarlas como ejemplos de amor. Todo atisbo de guerra nubla por completo la evolución.

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