Por la calle de las penas voy cantando sin opciones a resistirme a tu
pelo negro, eres inspiración. Mientras canto me desvisto para que conquistes mi
norte... Pues viene siendo el amor la carencia de esperanzas de salir de este
agujero, en el que me encuentro porque quiero. Eres magma pa mi hierro, alga
fina pa mi esencia, agua brava en mi tintero, sin más, un mar de arena.
Enséñame ciencia, despiértame cuando se vaya la gente, dame un poco de tu
cariño suave, avisa, que disfrutemos de las nubes.
«En la mañana me levanté, boca
abajo sobre la arena. Tumbado frente a una sombra que se alejaba frente a mi
pena. Soy el sabio que desvaría, el muchacho en la cárcel que encierra la vida.
Una llave que sube por un peldaño que, año tras año, se vuelve suave.»
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