lunes, 27 de febrero de 2017

AQUÍ HAY MÁS QUE UN ADIÓS

Aquí hay más que un adiós. Hay un exilio. Exilio todo lo que en vida me pudo distraer. Relajo mi cuerpo para no volverlo a mover. Mi mirada deja de ver para no sufrir. Hoy elimino sentimientos. Me marcho al lugar donde nada es real, donde la fantasía te deja respirar. Donde no hay malos presagios, donde todo descansa en su lugar. Ahí es donde debo estar. Tal vez mi cuerpo ha enfermado para morir de amor. ¿Qué es morir? Pasar a mejor vida. Pero no quiero morir porque lo que quiero es no vivir. No me importa si mejor o peor, lo que no quiero es sentir. Es la única forma de no sufrir, no querer a nadie. Por eso quisiera que tu nombre ya no forme parte de mí.

Pido perdón a todo aquél que se sienta ofendido por mi desaparición. Siento mucho mi propia pérdida. La pérdida de las personas que… pero es que no quiero querer. Quiero dejar de existir para no verte más. ¿Me hablas a mí? No te escucho. No hay palabra que suene hoy en mi cabeza. Sólo hay versos que van de un lado para otro. No puedo descansar. Por qué vivir si puedo no hacerlo. ¿Acaso pierdo algo?

Por eso te doy un adiós eterno. Un adiós que no te dejará en paz, que te despertará en todo momento en que tú cierres tus ojos. Cuando pienses en mí pensarás que ya no estoy, y no te equivocas. Ya no estaré. Por eso, desde lo más hondo de mi corazón te pido perdón y te digo ADIÓS.

lunes, 20 de febrero de 2017

ARDIENDO EN LA NOCHE

Cómo saber si soy tu esclavo, cómo si es mío lo vivido. Cómo aprender de amargos tragos, cómo, si ya no es mío tu cariño. Cómo aprender de los errores, eludir a las serpientes que me aprietan la garganta, las razones y los topes que le encuentro yo a mi cama, por la noche. Cuando esté dormido espero que vengas a verme, apenas hablemos. Lluevan gotas de cariño mientras nuestros cuerpos se destrocen, y si eso, susurremos. Que me digas con tus gestos -no puedo seguir así-, pero dentro de ese sueño me despierte la codicia y me haga ver que no deliro, vida misma. Entonces me pellizcan la soledad y las ganas de ser salvaje, y me llevan a este mundo donde sé que no te tengo. Donde sé que sólo espero. Donde soy mero escribano rellenando hojas de un cuento. No quiero el protagonista, no quiero sufrir más, quiero ser el escritor para engañar con falsos textos. Que se piensen los demás que no quiero seguir sufriendo, pero cuando me revelo quemo al fuego, estoy ardiendo.

miércoles, 8 de febrero de 2017

RECUERDOS QUE APUÑALO

Destruyendo mi vida como haciendo tiras de papel, con un folio, a veces en blanco, otras con contenido que no quiero recordar, apuñalo un libro, apuñalo a mi recuerdo. No me gusta recordar porque sólo me transporta a malas sensaciones, no me gusta divagar en mi mente de enfermo por un pueblo abandonado, fantasmal, abrumado por la radiactividad que desprende el ego humano, la sinrazón para los artistas, el pan para los hambrientos… Fantasmas que devoran mi gratitud y mi estabilidad y hacen que pensar se convierta en un salto al vacío en el que no me sujeta cuerda alguna, bueno sí, en ocasiones es como si atara mis propias venas y me colgara de ellas, tal sensación… verdad? Pongo sólo una interrogación porque me sale de los… suspensivo y suspendido me hallo cuando mis neuronas me llaman a la puerta y me despiertan por la noche, cuando fingir duele mucho más que los palos que te llevarías si fueras real, transparente como un cristal, y no, no hablo del de la botella al que tanto estáis acostumbrado y tanto os gusta cuando canto jaja. ¿Por qué me río si estoy solo? Quizá por eso mismo, porque esté loko, con ka. Siempre que pienso en ka pienso en cabeza o camino pero esta vez pienso en capar, en castrar mis delirantes inquietudes y ceñirme al plan, a un plan inventado para ser feliz, para no reír más de la cuenta también es cierto, pero para no sentir. Y al no sentir no se sufre, por eso la gente se cubre con el manto de las miradas de consuelo y de aprobación de sus iguales y se cagan y se mean por recibirlas de sus superiores. Y es que nadie encuentro superior, sólo más pícaros, más egocéntricos, pero no superiores.  Por eso la gente me saca de quizio, con zeta. Destrozo mis neuronas contra la meta para que digan ¿Pa qué la habremos cruzao? Pues por eso mismo, porque hay que disfrutar del camino principalmente. También de lo recorrido y del final, pero lo que nos define es el aquí y el ahora… Y mi yo, el yo que me mola, como el que quiero ser, ese mismo decide aquí y ahora dejaros una frase que está escrita en mi cuaderno, “la mirada profunda que apunta hacia los infiernos son sólo ojos de este loco que apuñalan a su recuerdo”.

PERDERME

Me perdí, me perdí, me perdí. Me perdí por las noches buscándome en los bares. Y sufrí y reí y sufrí... por haberte dado tanto y ahora no ...