Reflexiones mañaneras por la noche, cuando todo empieza, donde todo se esconde. Cuando no te espera nadie, donde ya no existen voces. Y es que escondo mi voz por la solana triste y botellas de vino y ron me conducen al despiste. Duerme triste el que persiste cuando su musa resiste, muerde y viste gris le consuela el saber que existes. Mejor dar que recibir, dejarla libre si la quieres, ser feliz si ella sonríe mas por dentro tú te mueres. Y no sabes qué prefieres, y eso te mata por dentro, si aceptar que tú la amas o que este no es tu cuento. Pero preparo estos versos para acostarnos a un lado, desenterrando dos lienzos pa cuando esté preparado, y poder decir: Luna, llévame contigo, duda, sal de mi camino, ya no quiero tus abrigos me arropan los del destino y es el manto del olvido quien me oculta lo vivido. Y es que soy, seré y he sido, poeta.
Cuánto quisiera pensar
que de ti no tengo ganas,
que alargo el amanecer
si el atardecer me llama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario