Hoy mi vida
sabe a triste, las farolas ya no alumbran, algo hay que en mí persiste aunque
me come la duda. Hoy por eso tengo sed, hasta el hambre me desnuda, y siento
que no me ayuda pero le vuelvo a vencer. Dime lo que sentirían mis pies
descalzos sobre la arena de tu cuerpo, lo que sentirán mis zapatos cuando los guarde
en mi cuarto. Con los sueños aprendemos a querer y de eso no me cabe duda.
Además, no me cansaré de gritar ¡No hagamos el amor, hagamos amor! No me
cansaré de soñar, pues en los sueños encontramos los motivos que nos
faltan en la realidad. Ahora estoy ahogando las penas en tinta, el alcohol ya
si eso nos lo bebemos. Las venas astillan sin importarles presencia ninguna.
Pero... siempre es bonito pensar que es bonito, y siempre existirá un lugar
donde el corazón encuentre su hogar... A fin de cuentas no quiero una vida de
éxitos, sino un éxito de vida. Y que retumben en mis adentros palabras,
silencio, música...
Levantarme un día y echarte tanto de menos. Pensar que un llanto no va a cambiar nada. Lo que tuve es lo que puedo recordar, una imagen, sólo un abrazo y daría quince años de mi vida... Una lágrima vale más que todo. Impotencia quizás, no lo sé. Aquí abajo echándote en falta con lo que me gustaría que tú pudieras estar besándome. Todo, todo es superfluo comparado con la importancia de tenerte. A mis veintitrés años no entiendo todavía el dolor de la pérdida de un ser querido. Ese extraño sentimiento que sólo a veces me atormenta. Y pensar en la fuerza que me das, cuando salgo siempre de la noche arropado por tus manos. Y sentir que lo único que me importa es estar a tu lado. Tal vez por eso ya nada tenga sentido. Yo sé que soy fuerte, aunque muchas veces no lo parezca y si supieras lo que me gustaría que pudieras verlo… En esta vida todo es pasajero pero la trágica pérdida de un ser querido hace mucha mella en nuestro corazón. Bebiendo un vaso de agua me asfixio con sólo pensarlo. ¿P
Comentarios
Publicar un comentario