viernes, 15 de julio de 2016

ATENTADO DEL 11 DE MARZO

Mi corazón late sin ganas, chorreando gotas de sangre como vidas condenadas y caminos de familias destrozadas por causa del atentado, que ha penetrado en nuestros cuerpos como un rayo de hielo que lleva nuestras almas a la paz, obstruyendo el paso por odios e ideologías diferentes a nuestros pensares. Ya, en la soledad de los corazones y en el vacío de nuestros caminos, quedará escrito con ardor la masacre de personas inocentes como nosotros, pero que ahora descansarán en paz. Todo es odio hacia esos terroristas, pero si pudiéramos quitarlo y evitar enfrentamientos... todo sería mejor y no habría guerras. En nuestros corazones se halla la solución para acabar con el terrorismo. Hay ríos de dolor, de desesperación, ansias de venganza, familias sufriendo en silencio sus pérdidas, la injusticia, los sentimientos… Gente que iba a trabajar y niños que se dirigían a la escuela, para tener un futuro digno, y ya no van a gozar del cariño de sus padres porque sin futuro han quedado.

A 11 de Marzo de 2004.

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