Mi corazón late sin ganas, chorreando gotas de sangre
como vidas condenadas y caminos de familias destrozadas por causa del atentado,
que ha penetrado en nuestros cuerpos como un rayo de hielo que lleva nuestras
almas a la paz, obstruyendo el paso por odios e ideologías diferentes a
nuestros pensares. Ya, en la soledad de los corazones y en el vacío de nuestros
caminos, quedará escrito con ardor la masacre de personas inocentes como
nosotros, pero que ahora descansarán en paz. Todo es odio hacia esos
terroristas, pero si pudiéramos quitarlo y evitar enfrentamientos... todo sería
mejor y no habría guerras. En nuestros corazones se halla la solución para acabar
con el terrorismo. Hay ríos de dolor, de desesperación, ansias de venganza, familias
sufriendo en silencio sus pérdidas, la injusticia, los sentimientos… Gente que
iba a trabajar y niños que se dirigían a la escuela, para tener un futuro
digno, y ya no van a gozar del cariño de sus padres porque sin futuro han
quedado.
A 11 de Marzo de 2004.
A 11 de Marzo de 2004.
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