lunes, 20 de junio de 2016

MI NOVIA

Recuerdo cada instante del campamento, cada cosa que hacía contigo. Todas esas nuevas experiencias me han enseñado a valorar, a pensar, a querer. Pues nunca antes había sentido lo que siento ahora por ti. Es un raro sentimiento que me cuesta sentir, es difícil de explicar. Nadie me entiende, ni tan siquiera tú. Tú, que eres lo más importante, ni tan sólo estás a mi lado, no puedo tocarte ni besarte, sólo puedo amarte con el corazón, porque es lo único que me queda. Jaja, parece difícil de entender, pero no. Te lo explico:

- Te vi, te conocí, me gustaste, hablamos, me gustaste más, comenzamos a salir, te empecé a coger cariño, poco a poco, luego a querer, cada vez más, hubo unos días que ya no te podía querer más, pero lo hice. Incluso me decía “no puedes seguir queriéndola, vas a sufrir” pero no hice caso y me enamoré. Fui cayendo en la cuenta de que los días debían ser todos importantes como el último. Aproveché el momento, cada rato junto a ti. Hablamos de muchas cosas, ilusiones, fantasías... Nos gustaría que se hubiesen hecho reales. Pero éramos tan inocentes… Dos personas que se amaban presas de la distancia.

Por fin llegó el  día, nos despedimos. Yo me quería quedar o irme contigo. No me importaba lo demás. Cuando vi el autobús alejarse se me rompió el alma en innumerables trocitos. Cada uno de ellos contiene un recuerdo que pasé contigo. Muy agradables y llenos de amor. Durante esa semana, no hacía otra cosa que no fuera pensar en ti. A los diez días empecé a reconstruir mi alma, por eso te hacía preguntas raras como “¿piensas en mí?” o “¿qué piensas cuando piensas en mí?”. Necesitaba ese tipo de información para saber lo que iba a ser mejor al crear mi alma de nuevo.

Pensar y pensar me ha llevado a estos días, donde he llegado a la conclusión de que me faltan trozos de alma. Están en tu interior. Sólo los podré recuperar cada vez que te toque, o mejor dicho, te abrace. Lo único que necesito es que tú me los quieras devolver. Y para eso lo que hace falta es que cada vez que me abraces no sea simplemente un acto, tocar, ni nada relacionado. A lo que me refiero es a que juntes tu corazón con el mío, para que ellos (si los dos quieren y sienten lo mismo) se abracen. Si es posible iré recuperando los pedacitos cada vez que te vea.

Hasta aquí las palabras de un chico simplemente enamorado, dejándose llevar por las emociones, pero nada fuera de lo normal. Por eso no soy mejor ni especial, meramente un chico que ha querido de verdad.

2 comentarios:

  1. A veces es algo necesario para encontrar el viaje de buenas emociones

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es alucinante ver cómo cambian las palabras de cuando eres un adolescente pero el mensaje sigue siendo el mismo si lo escribiera hoy día. Gracias por comentar.

      Eliminar

PERDERME

Me perdí, me perdí, me perdí. Me perdí por las noches buscándome en los bares. Y sufrí y reí y sufrí... por haberte dado tanto y ahora no ...