¿Qué decir? Si tarde o temprano
volveré a la misma senda. ¿Qué pedir? Cuando lo que más te duele es a lo que te
enfrentas. A lo que dedicas tu vida. Un instante de palabras mal colocadas y
mal escritas expresan colapso detrás del muro, uno que tiene la soledad. Y la
inteligencia. A los brotes me hace regresar cuando la espada corta a degüello
sin mirar que el corazón sangra, que el tintero sangra y que todo se apaga y
una vez visto y sentido, se acaba. Se marcha para volver. Días largos pasarán y
otra vez vuelta a perder. Y a perder los cabales, ¿Perder? ¿Alguna vez los has
tenido? Ya no sé ni qué creer, ni si prefiero ver u oler estas flores que en la
puerta me dejaron ayer, cuando todo parecía diferente. El viento calma mi ansia
y me trae recuerdos agradables de recordar. En mi tez vuelve la mustia y fría
forma del que no puede comprender, del que no sabe entender esas locas ganas de
arder, para resurgir como un fénix después. La llama heráldica me pinta como un
rayo de sol. No, más que eso, de voz. No, más abstracto, como de amor. De honor
caído y mecido y levantado aunque desfavorecido ayudando a otros a brillar. Con
mi triste vida no puedo más que pensar que a qué diablos he venido, con mi
sangre encendida, en estos malditos textos a expresar.
Levantarme un día y echarte tanto de menos. Pensar que un llanto no va a cambiar nada. Lo que tuve es lo que puedo recordar, una imagen, sólo un abrazo y daría quince años de mi vida... Una lágrima vale más que todo. Impotencia quizás, no lo sé. Aquí abajo echándote en falta con lo que me gustaría que tú pudieras estar besándome. Todo, todo es superfluo comparado con la importancia de tenerte. A mis veintitrés años no entiendo todavía el dolor de la pérdida de un ser querido. Ese extraño sentimiento que sólo a veces me atormenta. Y pensar en la fuerza que me das, cuando salgo siempre de la noche arropado por tus manos. Y sentir que lo único que me importa es estar a tu lado. Tal vez por eso ya nada tenga sentido. Yo sé que soy fuerte, aunque muchas veces no lo parezca y si supieras lo que me gustaría que pudieras verlo… En esta vida todo es pasajero pero la trágica pérdida de un ser querido hace mucha mella en nuestro corazón. Bebiendo un vaso de agua me asfixio con sólo pensarlo. ¿P
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