¿Qué siento al mirar las
estrellas? ¿Qué intento encontrar? ¿Una respuesta? Tal vez. Tal vez esté
mirando para recordarte, con las palabras del corazón sincero que me dejaron
destrozado. Plantaron en mí una duda, la de si el amor existe de verdad o es
sólo un simple sueño, en el que todo gira en derredor a una persona, ella.
Mirando y pensando junto a ella, puedo ver las estrellas. Pero sin rodeos, ¿qué
es lo que siento? Una aguja fina atravesando mi grande y piadoso corazón. Pero
cuando penetra fríamente en él, se convierte en un lecho de palabras sin rastro
que se marchitan al pensar en la eternidad. Transfórmase en una aguja crecida,
en una lanza. Una lanza en representación de la palabra, la más fuerte arma.
Pudiendo sobrevivir a ese dolor, soy consciente de que existo. Superando el
ardor, me doy cuenta de que estoy encerrado. ¿Nunca me sacarán de aquí? En la
vida. En mi famosa vida llena de deseos y esperanzas. En la que las tristezas
mudan para ser alegrías. Jamás. En lo que entendemos por vida, no hay una salida,
ni tristezas, sólo alegrías reflejadas en sentimientos. Pero lo más importante,
los sentimientos reflejados en la palabra.
Levantarme un día y echarte tanto de menos. Pensar que un llanto no va a cambiar nada. Lo que tuve es lo que puedo recordar, una imagen, sólo un abrazo y daría quince años de mi vida... Una lágrima vale más que todo. Impotencia quizás, no lo sé. Aquí abajo echándote en falta con lo que me gustaría que tú pudieras estar besándome. Todo, todo es superfluo comparado con la importancia de tenerte. A mis veintitrés años no entiendo todavía el dolor de la pérdida de un ser querido. Ese extraño sentimiento que sólo a veces me atormenta. Y pensar en la fuerza que me das, cuando salgo siempre de la noche arropado por tus manos. Y sentir que lo único que me importa es estar a tu lado. Tal vez por eso ya nada tenga sentido. Yo sé que soy fuerte, aunque muchas veces no lo parezca y si supieras lo que me gustaría que pudieras verlo… En esta vida todo es pasajero pero la trágica pérdida de un ser querido hace mucha mella en nuestro corazón. Bebiendo un vaso de agua me asfixio con sólo pensarlo. ¿P
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